Vivir en Nueva York es el sueño de muchas personas, pero las limitaciones económicas se convierten en el principal impedimento para ellos; después de todo, esta ciudad es conocida como una de las más caras del mundo. Un informes de 2019 indica que el alquiler de un apartamento con dos habitaciones cuesta alrededor de $2.499 mensuales; mientras que uno tipo estudio ronda los $1.889.
Sin embargo, este hombre ha demostrado que puede vivir en Nueva York con un presupuesto reducido y que no necesita de mucho espacio para ello.
Su nombre es Graham Hill, un empresario que compró en 2010 dos apartamentos pequeños en Soho.
El lugar solo medía 420 metros cuadrados, además de estar muy desordenado y contar con gruesas paredes que solo limitaban la movilidad por el pequeño apartamento.
Graham no quería renovar el espacio él mismo, pero tuvo una idea inteligente. Hizo una colaboración colectiva abierta para el rediseño y lo anunció como un concurso, animando a cualquier persona que quisiera postularse para demostrar su valía como diseñador.
Luego de recibir más de 300 postulaciones en 2012, el empresario escogió a dos estudiantes de arquitectura rumanos como participantes.
Su apartamento es increíble. Aunque sigue midiendo lo mismo, el nuevo diseño hace que se vea más espacioso.
Según la leyenda del video de YouTube, Graham había planeado convertir su apartamento en una especie de escaparates o vitrinas para vivir en una casa pequeña.
“Había pasado la mayor parte del año viviendo en espacios diminutos: ‘un remolque, una tienda de campaña y luego un bote’ y estaba convencido de que a otros les encantaría tanto si los espacios pequeños pudieran diseñarse correctamente”.
Además de verse bastante atractivo, el nuevo apartamento en Soho cuenta con características y funcionalidades secretas.
Se parece a cualquier otro apartamento normal. Tiene una amplia sala bastante luminosa y un gran sofá con alfombra.
La diversión realmente comienza cuando Graham demuestra cómo el apartamento también se puede transformar en un espacio de oficina y estar conjuntamente con un escritorio que se saca de la pared.
Detrás del sofá, tiene una cama que también funciona como estante, transformando el lugar de una sala a una cómoda habitación principal.
Por si esto fuera poco, tiene una pared que se puede quitar completamente y dos literas reservadas exclusivamente a los invitados.
Cada una de las habitaciones se puede cerrar con sus propias cortinas separadas, lo que las convierte en espacios de vida completamente funcionales por sí mismos.
En la cocina hay una pequeña mesa perfecta para uno o dos. Probablemente ni siquiera te sorprenda saber a estas alturas que la mesa también se puede extender a una mesa de comedor larga, perfecta para fiestas y reuniones familiares.
La cocina cuenta con una estufa eléctrica pequeña y un lavavajillas miniatura. Aunque no lo creas, hay suficiente espacio de almacenamiento para que nada ocupe lugar en la encimera.
En el baño, sobre el inodoro, tiene un estante pequeño que se transforma en una silla para cuando lo único que deseas es un poco de privacidad.
Este diseño demuestra la mente ambiciosa y creativa de Graham, rompiendo con el pensamiento de que una casa pequeña no puede adaptarse a las necesidades de una familia grande: además de tener espacio suficiente para comer y dormir, cuenta con áreas para jugar y trabajar. Cualquier persona podría ser capaz de imitar su ejemplo a la perfección.
Si quieres ver un poco más del apartamento de Graham, mira el video con el recorrido que hemos dejado a continuación.
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